El síndrome confusional, o delirium, puede tener graves consecuencias para las personas mayores, especialmente aquellas con deterioro cognitivo. En Amaia, utilizamos la recopilación y análisis de datos para manejar factores de riesgo, como el sueño, la hidratación y el uso de medicamentos, y generar propuestas de prevención para la aparición del síndrome confusional. Gracias a la inteligencia artificial y la tecnología, combinada con atención personalizada, podemos detectar patrones y actuar de manera proactiva, mejorando la calidad de vida de las personas a nuestro cuidado.

El envejecimiento normativo implica cambios leves en la cognición que no comprometen la autonomía; la inteligencia cristalizada, o acumulación de conocimiento, crece con la edad, mientras que la inteligencia fluida, que se refiere a la adaptación a tareas nuevas, puede disminuir. Los déficits sensoriales, problemas cardiovasculares y otros factores biológicos pueden afectar el rendimiento cognitivo, aunque algunos de estos déficits pueden ser reversibles. El estado psicológico también influye en la cognición, afectando la atención y la memoria.

El método de validación desarrollado por Naomi Feil ofrece una aproximación empática a la atención de personas con demencia, enfocándose en comprender y validar sus sentimientos en lugar de corregir sus conductas. Esta técnica reconoce que los comportamientos, incluso los desafiantes, tienen un significado subyacente que, si se entiende, facilita el cuidado y mejora la conexión emocional.

La disminución del interés en la comida en personas mayores puede deberse a factores como problemas de salud oral, efectos secundarios de medicamentos, trastornos emocionales como la depresión o cambios sensoriales como la pérdida del olfato y gusto. Mejorar el apetito puede implicar cuidado dental, el uso de especias en lugar de sal, asegurar una buena hidratación, y presentar la comida de manera atractiva y variada.

El envejecimiento es un proceso único y variable, no necesariamente sinónimo de deterioro. Un envejecimiento satisfactorio es posible y está caracterizado por mantener la autonomía funcional y la implicación activa en la vida, influenciados positivamente por la salud percibida y el apoyo social. Actividades significativas y la adaptación a los cambios de la vida son claves para un envejecimiento exitoso.

El acompañamiento al final de la vida presenta desafíos para los profesionales gerontológicos debido al envejecimiento poblacional y la falta de personal cualificado, pero puede abordarse con sensibilidad y comprensión. Es crucial diferenciar entre cuidados paliativos y el final de la vida, promoviendo una ética de apoyo emocional y comunicación abierta. Un enfoque colaborativo y centrado en el bienestar puede mejorar la calidad de vida en esta etapa.

La eficiencia en centros gerontológicos se puede mejorar significativamente mediante la automatización de procesos administrativos y de comunicación, reduciendo el tiempo dedicado a tareas indirectas. Además, es fundamental la formación y empoderamiento del equipo, asignando responsabilidades basadas en aptitudes y motivaciones para maximizar su desempeño. Optimizar la preparación y conducción de reuniones fomenta la colaboración y permite identificar áreas de mejora. Revisiones periódicas de los procesos aseguran su funcionamiento óptimo y continuo. Estas estrategias liberan tiempo valioso que puede dedicarse a la atención directa de las personas mayores.

La gestión del cuidado en servicios gerontológicos enfrenta desafíos en la calidad y coordinación del equipo. Amaia utiliza inteligencia artificial para emitir valoraciones ágiles, integrar información y incluir a la persona mayor y su familia en la atención. Esta tecnología es el futuro de los cuidados gerontológicos centrados en la persona.

La comunicación efectiva en servicios gerontológicos es crucial para una atención de calidad a los adultos mayores, destacando la importancia de transferir información relevante en entornos multidisciplinares. Este artículo propone estrategias prácticas, como designar supervisores de comunicación y utilizar herramientas tecnológicas para mejorar la coordinación y la satisfacción laboral.

La digitalización está revolucionando los servicios gerontológicos al optimizar recursos y mejorar la atención personalizada. Pasamos de un enfoque biomédico a uno que considera la historia de vida y preferencias individuales. Soluciones como la optimización del espacio, interfaces intuitivas y la inteligencia artificial para transcripción de voz están impulsando la calidad de los servicios. Estos avances mejoran la calidad de vida de las personas mayores y de quienes les cuidan, promoviendo una atención más holística y centrada en el individuo.

Amaia es una solución tecnológica basada en inteligencia artificial que aborda la soledad no deseada en personas mayores. Detecta eficazmente la soledad sin largas entrevistas, mejora el acompañamiento domiciliario y fomenta conexiones humanas, facilitando la integración social y el acceso a recursos comunitarios.

"Ariño Contigo" es una aplicación desarrollada para los usuarios mayores del Balneario de Ariño, diseñada para combatir la soledad no deseada y la brecha digital. La iniciativa, apoyada por la UE y diversos organismos españoles, ha mejorado notablemente la conectividad y el bienestar emocional de sus usuarios. Este proyecto es un ejemplo destacado de cómo la tecnología puede transformar positivamente la calidad de vida en la tercera edad.

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando el cuidado de la tercera edad en residencias, mejorando la seguridad y personalizando los tratamientos para condiciones como la diabetes y el Alzheimer. Sistemas expertos permiten la detección de caídas en tiempo real y el monitoreo continuo de la salud, mientras que asistentes virtuales y robots ofrecen compañía y apoyo emocional. Estas tecnologías no solo elevan la calidad del servicio en las residencias, sino que también aseguran una atención adaptada a las necesidades individuales de cada residente, promoviendo un ambiente seguro y enriquecedor.

Amaia utiliza la inteligencia artificial para ofrecer una atención personalizada a las personas mayores, adaptando el cuidado a sus necesidades y preferencias individuales. La aplicación analiza las interacciones para crear planes de vida dinámicos y significativos, promoviendo el bienestar y la autonomía de los usuarios. Además de mejorar la calidad del cuidado, fomenta la conexión intergeneracional, reforzando los vínculos familiares y apoyando un envejecimiento en comunidad.

El equipo de Amaia App ha colaborado con Ayora, un pueblo valenciano comprometido con el bienestar de sus mayores, para combatir la soledad no deseada mediante un proyecto que aprovecha los recursos locales. Durante la Feria de la Miel, se involucraron directamente con la comunidad para entender mejor sus necesidades y fomentar la accesibilidad de los servicios para los ancianos.

El proyecto I-Solation, en colaboración con entidades académicas y de salud de Aragón y Castilla y León, utiliza inteligencia artificial para abordar la soledad no deseada entre personas mayores. A través de herramientas como modelos predictivos y personalización de intervenciones, busca mejorar su calidad de vida de manera ética y eficiente.